“La tragedia para Venezuela es que el
cartel de la Opep ya no tiene el poder que tenía antes. En este momento, un
recorte de su producción lo único que hace es facilitar un aumento en la
producción de los productores no Opep”.
El diputado a la Asamblea Nacional (AN) Pedro Pablo Fernández, aseguró en su artículo de opinión “La tarea pesa mucho”, que el 2016 será el más difícil que vivirán los venezolanos de este tiempo. “Superar esta crisis va a requerir del esfuerzo de todos, de los productores y de los trabajadores, de los pobres y de los ricos”.
El parlamentario se refirió a la gira
internacional del presidente Nicolás Maduro, quien busca el apoyo de los países
Opep para restablecer el precio del crudo, sin embargo, reconoce que nunca
antes esta tarea había sido tan difícil.
“La tragedia para Venezuela es que el
cartel de la Opep ya no tiene el poder que tenía antes. En este momento, un
recorte de su producción lo único que hace es facilitar un aumento en la
producción de los productores no Opep”.
El presidente Maduro acaba de regresar
de una gira internacional donde busca fortalecer la cooperación de los países
miembros de la Opep y de otros productores importantes para subir los precios
del petróleo. Nunca antes le había deseado mayor éxito al Presidente que en
este momento. El problema es que nunca antes había sido tan difícil la tarea.
Todos los países exportadores de
petróleo sufren con la caída de los precios que se produce por el exceso de
oferta de 2 Mb/d. El ministro de Petróleo y Minería, Eulogio Del Pino, al
asistir a la comisión de Finanzas y Desarrollo Económico de la Asamblea
Nacional expresó que Pdvsa le aportará al fisco nacional este año la mitad de
lo que integró el año pasado.
El problema es que para algunos países
mantener sus cuotas de mercado es más importante que recuperar los precios.
Arabia Saudita es el padrote de la Opep
y para ellos la prioridad es detener el desarrollo del petróleo de esquistos de
Estados Unidos y no perder mercado frente a su enemigo histórico, Irán, que se
incorpora en el mercado petrolero a partir del levantamiento de las sanciones.
La única forma de detener el crecimiento
en la producción petrolera de Estados Unidos, responsable principal de la caída
de los precios, es mantener los precios por debajo del costo de producción de
esquistos y hasta ahora la caída no ha sido suficiente para sacar del mercado a
esos productores. Por el contrario, estos han demostrado una sorpresiva
capacidad de resistencia y de adaptación.
Pero los saudíes tienen una razón
todavía más importante para no recortar su producción y es que cualquier
recorte que ellos hagan será inmediatamente suplido por Irán.
Arabia Saudita no va a recortar su
producción. Por el contrario va a mantener el chorro abierto para conservar sus
espacios del mercado y para forzar una reducción de la oferta a partir de la
inviabilidad económica de la producción del petróleo de esquistos en Estados
Unidos.
Frente a este cuadro, el otro gran
actor, Rusia, ha optado, como tiene que hacerlo, por defender sus espacios de
mercado y mantener sus volúmenes de exportación.
La tragedia para Venezuela es que el
cartel de la Opep ya no tiene el poder que tenía antes. En este momento, un
recorte de su producción lo único que hace es facilitar un aumento en la
producción de los productores no Opep.
Todo este cuadro ha provocado que los
precios sigan declinando y eso pone a la economía venezolana en una situación
de iliquidez muy seria. La Agencia Internacional de Energía dice que una
reducción progresiva y constante del suministro excedente pudiera conducir a
precios alrededor de $80/b para el 2020. La situación puede mejorar en el
mediano y en el largo plazo, pero, como dijo el economista John Maynard Keynes:
“En el largo plazo todos estaremos muertos”.
Nuestro problema es el corto plazo. Y
cuando digo corto plazo me refiero a hoy. Goldman Sachs habla de la posibilidad
de un barril de petróleo en $20 durante algunos meses. En ese escenario ¿qué
hacemos los venezolanos hoy?, ¿Qué hacemos en enero, febrero y marzo del 2016?,
¿Cómo superamos el déficit de divisas para que la industria no cierre y la
gente pierda su trabajo?, ¿Cómo hacemos para importar la comida y las medicinas
que necesitamos?, ¿Cómo hacemos para cumplir con los compromisos de pago de las
deudas que hemos contraído?
Ya este año está culminando y el proceso
electoral para renovar la Asamblea Nacional no permite que se establezca un
debate constructivo sobre este tema, pero el año que viene va a ser el más
difícil que viviremos los venezolanos de este tiempo.
Superar esta crisis va a requerir del
esfuerzo de todos, de los productores y de los trabajadores, de los pobres y de
los ricos, de los Lorenzo Mendoza y de los pequeños industriales, de los
campesinos, de los trabajadores de Sidor, de Pdvsa, de los maestros y de los
estudiantes, de los chavistas y de los opositores, de la Fuerza Armada Nacional
, de todos.
Este muerto pesa mucho. La verdad es que
el gobierno no puede con esta crisis y la oposición tampoco. Nadie está
preparado para enfrentar lo que viene si no cuenta con un amplio acuerdo
nacional que le de sustento.

