Diversas entidades de la sociedad civil organizada (Fundación Venezuela Positiva, IFEDEC, FEDECAMARAS, Grupo La Colina, ASOPRODEM, COENER, AIPOP, Fundación Alberto Adriani, Consecomercio, Iniciativa Democrática y La Venezuela que Queremos Todos, SIPUCAB, CTV, CEDICE, Federación Venezolana de Maestros, Conindustria y el CEDEV de la Universidad Monteávila), sintiendo la urgente necesidad que tiene Venezuela de lograr acuerdos, pactos y consensos a nivel político , económico y social han elaborado un documento sobre la ‘‘NECESIDAD DE UN ACUERDO NACIONAL PARA EL PROGRESO Y LA PAZ DE VENEZUELA’’ con el propósito de que sea considerado por la opinión pública nacional, regional y local.
La coyuntura actual es de alta y creciente conflictividad política, de gran inseguridad personal y criminalidad, de escasez generalizada, de aumentos recurrentes de los precios de los alimentos, de una pérdida acelerada del poder adquisitivo, con serio daño a quienes perciben menos ingresos, con una severa reducción de la producción nacional y de los ingresos petroleros. Todas estas circunstancias, sin perjuicio de su debida atención, llaman a la necesidad de realizar una serena y seria reflexión sobre el presente y futuro de Venezuela, que no se circunscriba exclusivamente a la mencionada coyuntura.
En este sentido, en el mencionado documento se plantea, entre otros aspectos, que ‘‘El fondo del problema radica, más allá de las ideologías y de la coyuntura, en que nuestra estructura político-económico-social se ha asentado, en los últimos cincuenta (50) años, sobre un modelo hiperpresidencialista, centralista, estatista, partidocrático, rentista, fiscalista, monoproductor y socialmente dualista, inequitativo e insolidario, lo cual dificulta enormemente la configuración de una sociedad democrática y una economía moderna bien posicionada en el mundo’’. También se plantea la necesidad de modificar una estructura económica que, en lugar de generar riqueza, crea pobreza y desigualdad; de superar el modelo rentista petrolero y cambiar el rol del petróleo en la economía y la sociedad, así como reformar el poder político para superar el híper presidencialismo, el centralismo y reforzar los poderes regionales, el rol de los partidos políticos y la participación ciudadana.
Finalmente, el documento enfatiza en que resulta absolutamente necesario alcanzar un gran acuerdo de convivencia entre los actores políticos y un gran acuerdo socio laboral, entre el capital y el trabajo, tal que genere una nueva era de prosperidad y de paz social duradera y sostenible en nuestro país. Una herramienta indispensable para erradicar para siempre la pobreza de Venezuela.
Se propone así un gran Acuerdo entre los venezolanos, que se origine en los intereses legítimos de la sociedad civil y que sea referencia para los actores políticos. Un Acuerdo que lleve a nivelar las diferencias de propiedad, educación y poder características de nuestra sociedad, en un marco de libertades cívicas y de una democracia con auténtica representatividad y participación.
El documento es una modesta contribución de las entidades que lo suscriben para abrir un debate nacional sobre los problemas de fondo, estructurales e institucionales, que nos han conducido a la coyuntura actual y cuyo tratamiento permitiría superarla.

