Con la posibilidad que las fuerzas de oposición adquieran más poder, sea por medio de las elecciones regionales, sea por la eventual realización del revocatorio, o cualquier otro camino constitucional, será importante tomar en cuenta elementos fundamentales que hoy en día son clave para los sectores populares en Venezuela. Quiero nombrar algunos de los primordiales para evitar opiniones y dinámicas que no conduzcan a una integración exitosa del país y permitan efectivamente enfrentar mancomunadamente los grandes retos que nos esperan.
La conciencia política: Hoy en día, y más que antes, nuestra gente de los sectores populares conocen sus derechos (y espero que también sus deberes) y tienen conciencia sobre el funcionamiento institucional de nuestra sociedad. Siguen de cerca y con conocimiento de causa el juego político y captan las trampas o debilidades de cada uno de los jugadores. Desde hace años se sigue atentamente la aprobación de nuevas leyes, a pesar que últimamente toda su vida se centra en la obtención de comida y medicamentos. No son niños de pecho, como algunos lo imaginan, ni se dejan engañar por lo simple. Deben sobrevivir con la presencia de los colectivos a los cuales temen, pero al mismo tiempo les brindan alguna seguridad en la lucha contra la droga en su comunidad.
Pensar solamente el nuevo país desde la clase media y alta, o desde los comerciantes e industriales, sería un error fatal que se pagará muy caro. No es porque hoy en día los sectores populares están defraudados con el chavismo que pasado mañana no votarán así, muchos sienten el abandono y el desprecio que siguen presentes en algunas capas de la oposición.
Los Consejos Comunales. Son un instrumento de primera importancia y deben perdurar, a pesar de la necesaria separación de la influencia determinante del partido de gobierno. Demasiadas veces oigo críticas ciegas y prejuicios amontonados que no corresponden a la realidad de su trabajo. Lógicamente tienen desviaciones, sectarismo, corrupción y mal manejo, ¿Dónde no?, pero igualmente tienen capacidades de involucrar la población en el cuidado de su propio entorno y servicios. Felizmente en municipios administrados por la oposición, como Sucre del Estado Miranda, al igual que en otras localidades, siguen funcionando a plenitud y reciben recursos financieros para implementar sus programas con una buena dinámica de supervisión. Me alegro observar que varios dirigentes políticos de la oposición los defienden y aseguran su sobrevivencia.
Los Programas Sociales: Hay muchos, quizás demasiados pero no se debe generalizar en la crítica y solamente acusarlos de corrupción política (que sin duda está presente). No me gusta de parte de alguna gente de la oposición que subraya excesivamente que son paternalistas y desactivan a la gente en asumir su propia responsabilidad. ¡Eso es simplón! Nuestra gente los necesita para salir de abajo y necesita una mano que apoye en momentos tan difíciles como hoy estamos viviendo. Sería una falla total hacer tabla rasa. Por el contrario, será necesario estructurarlos mejor, revisar su dinámica y asegurar la transparencia por medio de una capacitación permanente y establecer dinámicas de contraloría social.
El lenguaje económico: No hay duda que el desastre económico demanda medidas que corrijan las grandes desviaciones presentes, para subsanar lentamente la dinámica comercial e industrial y disminuir la inflación. La gente de los barrios lo sabe y lo suscriben a pesar que temen que van a ser los primeros afectados. Tienen razón. Será necesario de parte de los responsables políticos y economistas una gran claridad de objetivos y saber tejer con los programas sociales anexos, un ambiente de acompañamiento apropiado. Con frecuencia constato que en la oposición existe una claridad básica de los cambios económicos, pero no noto suficiente reflexión sobre su seguro impacto humano y psicológico entre la población. Especialmente no encuentro de parte de ellos el lenguaje apropiado para explicar o traducir las propuestas en términos sociales digeribles por la mente y el estómago; en este aspecto los políticos chavistas logran muchas veces desarrollar un lenguaje más cercano a lo común de la gente. El peligro está en que la gente capte que se trata de un enfoque más que afianza la eterna lucha entre lo humano y lo económico, y como ellos dicen entre el capitalismo y el socialismo. Deben reafirmar de forma explícita, como tantas organizaciones sociales lo expresan: ¡Lo Social es el Centro!
La Patria: No me gusta la excesiva propaganda y la promoción con canciones (algunas muy bellas) alrededor del tema de la patria, Están -a mi parecer - muy cerca de un nacionalismo excesivo que ha hecho y está haciendo bastante mal a este mundo. Además, está claramente ligada al partido del gobierno, así que este enaltecimiento termina en abrazar su filosofía y fantasías desviadas. Pero eso no excluye que toca el corazón de la gente y se crea un sentimiento de identificación que deberían saber guardar y madurar. Aquí tenemos trabajo para los comunicadores y hacedores de comunidades. Encontrar un lenguaje y algunos símbolos que nos unan a todos. Algunos canales de televisión lo están intentando de buena manera. Pero nos sigue faltando un mensaje emocional, de real paz y de unión basado en un mejoramiento de nuestra situación de vida.
No hay duda que nuestras Iglesias tienen en toda esa labor un trabajo importante a cumplir. Su presencia y su valorización serán determinantes en los tiempos por venir.
