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Inflación de tres dígitos: ¿Cómo impactará la crisis venezolana en los próximos meses?


Inflación de tres dígitos: ¿Cómo impactará la crisis venezolana en los próximos meses?

Los precios de los productos básicos están por las nubes. Con una inflación de tres dígitos en constante aumento, a los venezolanos se les hace cada vez más difícil mantener el nivel de vida que tuvieron hace apenas unos días atrás. Comprar alimentos y medicinas es cada vez más un lujo que pocos pueden costear.

Por: Luis Mendoza

Este es el escenario que, de acuerdo con los especialistas, pudiera enfrentar Venezuela para finales de este año. Pero, ¿cuáles son las probabilidades de que la crisis económica del país llegue a ese nivel?

Nada parece indicar que la disyuntiva financiera que aqueja a la nación desde hace más de tres años vaya a mejorar en un corto plazo. Y es que las cifras arrojadas por instituciones internacionales expertas en la materia hacen presagiar lo peor para el bolsillo criollo.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que Venezuela cerrará este 2017 con una inflación de 720,5%, que ya para el 2018 habrá alcanzado los cuatro dígitos, ubicándose en 2068,5% y reflejando una contracción económica de 6%; mientras el Banco Mundial calcula el retroceso del Producto Interno Bruto (PIB) en 4,3%.

Estas mismas instituciones son las que presagiaban unos niveles nefastos para la economía nacional para finales del 2016. Entonces, el FMI subrayaba que el país cerraría ese período con un alza de precios de más de 700% y una caída económica de 3,3%. A su vez, el Banco Mundial estimaba una recesión financiera para el PIB criollo de 10%.

Ninguno de los dos organismos exageraba en sus cifras. Finalmente, la economía venezolana habría sufrido una contracción del 18,6% ese período, la peor en 13 años, y los precios al consumidor habrían subido un 799,9%, según resultados del Banco Central Venezuela (BCV) filtrados por la agencia de noticias Reuters.

Ahora, los datos de estos organismos para este 2017 tampoco lucen muy lejos de la realidad si se comparan con las apreciaciones realizadas por el Centro de Documentación y Análisis de los Trabajadores de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas), basadas en el precio de la canasta básica familiar venezolana.

Las cesta básica pasó la barrera de los 1,4 millones de bolívares el pasado mayo, al ubicarse en Bs. 1.426.363,38, un incremento de 17,5% (212.343,18 bolívares) con respecto al mes de abril. Es decir, que una familia de cinco miembros necesita Bs 47.545,44 diarios para adquirir todos los productos de la canasta básica, integrada por alimentos y otros productos y servicios de primera necesidad, de acuerdo con el organismo.

Si se toma en cuenta que el salario mínimo integral al mes es de 200.021 bolívares, con un sueldo base de Bs. 65.021 y un bono de alimentación de 135 mil bolívares, se estaría hablando de que los venezolanos apenas pueden cubrir 14% del costo de la canasta básica.

Es precisamente en estos datos en los que se basa el economista Guillermo García para realizar sus cálculos para Venezuela para finales de este año. Según sus números, el país enfrentaría tres escenarios al culminar 2017. Ninguno da esperanzas de que la situación vaya a mejorar.

“El rango de inflación para el cierre de este año está en un mínimo de 389%, un medio de 889% y un máximo de 1.819”, indica. Alega que si el incremento de los niveles en el alza de los precios de más de 19% mensual se mantiene, tomando en cuenta la referencia del Cendas, el segundo sería el escenario más probable.

Por su parte, el también economista Orlando Ochoa no desestima los cálculos arrojados por el FMI para 2018.

“El Fondo Monetario Internacional hace estimaciones basados en su experiencia internacional y en lo que han visto hasta el año pasado, y en 2016 la inflación mensual llegó al 20% lo cual da alrededor de 800% al año. Este organismo sabe, por usanza, que cuando se llega a 20% mensual y continúa debilitándose la moneda, y siguen los factores que causan esto, se llega a 30% mensual. Lo que promediaría a una inflación de 2000% anual”.

Pero, ya sea con los datos del Cendas o de alguna institución global, dos cosas lucen seguras: el país tiene la inflación más alta del mundo, siendo la única de Latinoamérica con un alza de más de dos dígitos, según datos del FMI; y nada parece indicar que la situación del país vaya a mejorar. Incluso, de llevarse a cabo el proyecto constitucional convocado por el presidente Nicolás Maduro, la debacle pudiera ser mucho peor.

“La Constituyente puede producir un nivel de ingobernabilidad tan grande que desde el sector privado se reduzca la producción por temor a que, por la inseguridad jurídica, se cometa cualquier tipo de arbitrariedad”.

Los efectos del nuevo Dicom

La llegada del nuevo sistema cambiario pudiera “echar más lecha a la candela” que quema al bolsillo de los venezolanos. Con el dólar en 2.970 bolívares, y en aumento, los efectos del nuevo Dicom ya parecen sentirse sobre la economía nacional.

Un trabajo realizado por el portal de noticias Descifrado reveló que la devaluación provocada por este sistema cambiario provocó un aumento en muchos productos de entre Bs 1.100 y Bs 3.000. Un ejemplo de ello fue el pan de sándwich que reapareció en los anaqueles con un incremento en su precio de 36% en apenas dos semanas.

Y es que sin lugar a dudas el nuevo Dicom seguirá empujando los precios hacia arriba dentro de un país que depende casi en su totalidad de las importaciones debido al mal estado de su aparato productivo, de acuerdo con Orlando Ochoa.

Esto, sostiene, porque los importadores saben que el costo de reposición de los pocos dólares que reciben a Bs. 700 ahora será por encima de los dos mil bolívares, “y lo que no consigan lo tendrán que comprar a precio del dólar paralelo”. Lo que triplicará o cuatriplicará los costos.

“En cualquier país los importadores calculan el costo de los productos a la tasa de cambio futura de reposición del inventario, no a la tasa actual. Eso hace que las expectativas inflacionarias entren, porque ellos saben que el costo de reposición está subiendo mil bolívares mensual”, añade.
Por ello, Guillermo García prevé que este sistema cambiario sufrirá el mismo destino que sus predecesores (Simadi y Dicom), debido a que en el país no hay ni las condiciones ni las expectativas ni la confianza ni la oferta para mantener el tipo de cambio que el Gobierno quiere mantener, “que está muy alejado de lo que es la percepción del mercado”.

“Mientras se tengan dólares con una oferta de 2.900 bolívares la demanda será infinita y la oferta limitada. Bajo ese escenario lo que se tendrá es grandes problemas de corrupción, porque así todo el mundo querrá dólares a dos mil para voltearse y venderlos en el mercado a ocho mil. Eso ya de plano hace que el esquema sea totalmente inviable e insostenible”, agrega.
¿Cómo enfrentar la crisis?

Para los expertos “el gran drama” que sufre la población nacional es la dificultad que tiene más del 80% del país para hacer frente a la crisis. Lo que empeora cada vez la precaria situación social que afecta a Venezuela.

 “No hay posibilidades con estos niveles de inflación de que las personas estén protegidas. Primero porque el bolívar se está desvalorizando todos los días por efectos de la inflación, solamente las personas que puedan tener activos o patrimonios en dólares  pueden surfear esta crisis”, señala García.

Y es que la desmejora y el empobrecimiento de las personas en el país es tan dramático que es cada vez más notorio con el pasar de los meses. Por ello, añade, es muy difícil hacer frente a la situación, a menos que se generen ingresos mayores a la inflación mensual “solamente para mantenerte”.

Por su lado, Ochoa recomienda a los venezolanos tratar de conseguir los productos de forma subsidiada, o a través de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap); acumular bienes en lugar de bolívares, “porque la moneda está perdiendo el valor muy rápido”, comprar moneda dura como el dólar o cualquier divisa del Caribe; e intercambiar patrimonios. “Esto es una situación extrema que no debería prolongarse y a la que debería buscarse una salida”.

“Solución radical” para una “crisis extrema”

En una “situación extrema” como la que sufre Venezuela, en donde se prevé para finales de 2017 una inflación alta de cuatro dígitos, de más de mil por ciento; una caída de PIB de al menos 7%; y una tasa de desempleo ubicada cómodamente por encima del 24%, según estimaciones de Ochoa, la solución podría venir en una medida igual de radical.

García puntualiza que “esto solo se arregla” estableciendo un esquema de dolarización plena, debido a que “tenemos 35 años de esquemas ortodoxos de teoría económica que al final lo que han hecho es empobrecer a la población y solo un grupo se ha beneficiado. La devaluación y la inflación solo favorece a un grupito que puede estar dolarizado y saca provecho de eso, pero el resto de la población está destinada a empobrecerse”.

Por esto, concluye que “la única solución para mejorar el patrimonio, el ahorro y la capacidad de compra de los venezolanos es estableciendo un esquema de dolarización plena en todo el territorio nacional”.

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